Tomaso Albinoni: Sonata I – Op. 6
Trattenimenti Armonici per camera
para violín y guitarra
Arreglo continuo de guitarra: Manuel Esteban
disponible aquí
Tomaso Albinoni (Venecia, 1669 – 1751) ocupa una posición singular en la corriente histórica de la música. Siempre en las laderas de la misma, firmó inicialmente sus obras como «Dilettante veneto» y durante toda su carrera se mantuvo al margen del gremio de intérpretes oficiales, el Arte de’ Sonadori, así como de cualquier cargo musical oficial o de servicio a la nobleza. En este sentido, puede afirmarse que Albinoni fue uno de los primeros músicos independientes, dependió principalmente de su actividades como compositor y como docente.
En vida conoció la fama, sus obras se estrenaron en los principales teatros italianos y sus partituras llegaron a buena parte de Europa, tanto a las colecciones de alguna que otra Corte como a agrupaciones de aficionados.
Su música fue muy apreciada por Johann Sebastian Bach, que utilizó sus bajos para que se ejercitaran sus alumnos y compuso varias fugas basándose en temas de Albinoni.
Durante la última parte de su vida su estilo fue tachado de anticuado. Albinoni no fue partidario de la experimentación o la innovación, no siguió la estela vivaldiana, que era lo que se imponía en el momento, y fue relegado a la condición de músico obsoleto.
En la actualidad sus obras tanto vocales como instrumentales, se graban regularmente y gozan de una cierta popularidad. A día de hoy, Tomaso Albinoni tiene casi 300.000 oyentes en la omnipresente plataforma de streaming Spotify. Este redescubrimiento se ha debido al éxito arrollador del conocido como «Adagio de Albinoni», obra que en realidad es una reconstrucción del musicólogo Remo Giazotto, hecha a partir de un fragmento musical albinoniano que encontró en la Biblioteca Estatal de Dresde a mediados del siglo XX.
En todo caso, Albinoni merece un lugar destacado en la historia y en el presente musical, por la inspiración de sus ideas, la perfección y el equilibrio de sus desarrollos y, sobre todo, por la capacidad innegable de su música para conectar con el oyente y transmitirle una gran belleza.
