La sonata nº 11 en La Mayor KV 331 (300i) es una de las más conocidas de Mozart, de las que aquél compuso para piano. Se publicó por primera vez en Viena en 1784 .
Es sobre todo su tercer movimiento, Alla Turca, que se hizo muy popular, un allegretto en forma de rondó en la menor que finaliza en la mayor.
Wolfgang Amadeus Mozart (27/1/1756 – 5/12/1791)
Wolfgang Amadeus Mozart (según su partida de nacimiento: Joannes Chrysostomus Wolfgangus Theophilus Mozart) nació en Salzburgo como séptimo hijo de Anna Maria Walburga Pertl y del músico y compositor Leopold Mozart.
Cuando Wolfgang tenía 4 años, su padre ya lo instruía junto a su hermana mayor, Anna, (los únicos que sobrevivieron la primera infancia) en piano, violín y composición.
Consta que en diciembre de 1761 Wolfgang compuso un Andante y un Allegro seguidos de otro Allegro con Menuetto, anotados por el padre.
Visto el talento sorprendente del niño, no tardó en dar sus primeros conciertos, y a partir de 1762, la familia emprendió varios viajes para dar a conocer el virtuosismo de sus hijos en las ciudades de Munich y Viena. Tal fue el éxito de los niños prodigio que realizaron una gira que duraría 3 años que los llevaría a las cortes más importantes de Europa central – París, Londres, Alemania, Holanda, Bélgica, Suiza, Francia …
Durante estos viajes, Wolfgang componía sus primeras sonatas para violín y piano así como su primera Sinfonía en mi bemol mayor (KV 16). También le sirvieron para conocer músicos destacados y estilos nuevos.
En 1764, cuando tenía 8 años, se publicaron sus primeras obras impresas: cuatro sonatas para violín y piano (KV 6-9).
Tenía mucho afán de superación y sería enormemente creativo y trabajador durante toda su vida.
Tras la vuelta a Salzburgo se estrenaron allí y en Viena algunas de sus primeras obras: una ópera que compuso junto con otros músicos como pieza de aprendizaje, a la edad de 11 años; el singspiel/operetta pastoril Bastián y Bastiana (KV 50), una misa (KV 139) y la ópera buffa La finta semplice (KV 51).
Emprendió a continuación varios viajes exitosos por Italia, junto a su padre, entre 1769 y 1771, donde estudió contrapunto con Giambattista Martini en Bologna y conoció a músicos importantes como Sammartini. Estrenó varios encargos de óperas en Milano pero no consiguieron el deseado establecimiento fijo.
Desde 1772 estuvo al servicio de von Colloredo, el nuevo arzobispo de Salzburgo, que no veía con buenos ojos las repetidas ausencias por viajes de su maestro de conciertos.
Tras dimitir de su puesto en 1777, Mozart emprendió una gira por diversas cortes europeas, con su madre, en busca de un empleo más prometedor. A parte de conocer a interesantes músicos y a la familia de su futura esposa, el viaje no le propició resultados en forma de encargos. En París, en 1778, consiguió estrenar una obra de música para ballet, pero al poco de llegar allí, su madre enfermó y murió.
Mozart regresó a Salzburgo donde su padre le había conseguido un puesto bien pagado como organista y primer violinista de la corte, empleo que no le entusiasmaba pero que aceptó finalmente por falta de ofertas mejores. Las exigencias de Colloredo, impidiéndole participar en lucrativos conciertos en Viena, no mejoraron la relación con su patrón, por lo que Mozart dimitió, al cabo de 20 meses, para establecerse en Viena, como profesor de piano y compositor independiente.
Los diez años entre 1781 y 1791 le permitieron crear todas sus grandes obras, tanto por encargo como para ‘tener provisiones’. Las óperas que crearía en este intervalo – El rapto en el serallo(1782), Las bodas de Fígaro (1786), Don Giovanni (1787), Cosi fan tutte (1790), La clemenza di Tito (1791), La flauta mágica (1791) – se estrenarían con éxito en Viena y Praga.
Escribió obras litúrgicas y sinfonías y en todas sus trabajos posteriores a 1782/83 se detecta el profundo conocimiento de la obra de Georg Friedrich Händel y Johann Sebastian Bach, adquirido a través de la colección de partituras de música barroca que poseía el barón Gottfried Van Swieten, un coleccionista y aficionado musical. Entre las obras que influyeron en su estilo compositivo posterior cuentan los oratorios de Händel y ‘El clave bien temperado’ de Bach.
En 1782 se casa con la cantante Constanze Weber, matrimonio que no contaba con el favor de su familia. Vivieron años de bonanza económica, llevando un tren de vida representativo y costoso. Tuvieron 6 hijos, de los que solo 2 sobrevivieron a la infancia, Karl y Franz, también compositores.
En 1784, Mozart se hizo masón, y algo de sus convicciones trasluce en La flauta mágica y el Fígaro – a pesar de purgar las obras en gran medida de sus contenidos críticos para que no acabaran censuradas.
Pero a partir de 1786 iba perdiendo el favor del público, con lo que empeoraba su situación económica sin que por ello los Mozart redujeran su estilo de vida.
Wolfgang emprendería varios viajes más (a Berlín y Frankfurt, en 1789 y 1790), en busca de encargos y empleo, pero con escaso éxito.
Cuando el éxito parecía volver tras estrenar La flauta mágica, Mozart enfermó y murió 15 días después, el 5 de diciembre de 1791, a los 36 años, de una especie de fiebre con irritación cutánea. No se ha podido establecer la verdadera causa de su muerte pero podría deberse a una recurrente fiebre reumática que empeoraría con el paso de los años.
Tras una misa de funeral en la catedral de San Esteban de Viena fue enterrado en una tumba comunitaria, destino bastante común en aquella época y que no significaba que estuviera desahuciado, como se ha interpretado muchas veces.